
Confundido acerca de este dilema, Megamind convence a Roxanne de la búsqueda de pistas sobre sus debilidades en el escondite secreto de Metromán. Allí, descubren que Metromán todavía está vivo (había un vaso con líquido y hielos, recientemente puesto) y se enteran que fingió su muerte (y su debilidad al cobre) para que pudiera retirarse de ser un superhéroe. Roxanne protesta su traición. Metromán explica, relatando su historia, que pudo escapar de la trampa de Megamind, pero para darse cuenta de que había vivido toda su vida sin realmente hacer una elección acerca de lo que realmente quería y vivir su verdadera pasión, la música. Megamind y Roxanne tratan de persuadirlo para derrotar a Titán, pero él se niega. Roxanne pide a Megamind no dejar de luchar, pero él se niega, alegando que él no es un héroe y que «el villano no consigue a la chica». En lugar de eso se entrega a la prisión a la que siempre lo mandaba Metromán. Cuando Titán secuestra Roxanne, le da un
ultimátum a Megamind, diciéndole que si en una hora no va por Roxanne, ella moriría. Megamind decide escapar de la cárcel diciéndole al alcalde de la prisión que ya no quería ser villano, y que se arrepentía de todo lo que había hecho y le rogaba lo dejara libre, que gracias a eso había perdido a su mejor amigo Esbirro. Pero recibe una sorpresa, al darse cuenta que en realidad el alcalde de la cárcel era Esbirro disfrazado con ayuda del holoreloj y va a salvarla.
Esbirro, disfrazado de Megamind, rescata a Roxanne, pero es fatalmente herido en el proceso. Metromán milagrosamente se aparece, pero en realidad es Megamind disfrazado. Se las arregla para intimidar a Titán y decirle que se vaya de Metro City , hasta que accidentalmente llama a Metro City "Metrocity", como siempre ha hecho. Después de recibir una paliza de Titán, Megamind lo derrota usando la pistola drenadora para extraerle el ADN de Metromán de su cuerpo, y así despojarle de sus poderes. Hal termina en prisión en el lugar donde encerraban a Megamind, mientras que éste es admirado por Metro City como su nuevo defensor. Roxanne acepta a Megamind y “consigue a la chica”, gracias a que demostró ser un verdadero héroe. Megamind decide que está muy satisfecho con su nuevo papel como el héroe y el novio de Roxanne, cuando un hombre (que no es otro, más que Metromán disfrazado), en silencio, lo felicita por su nueva decisión.
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